Culé Pep

Ahora que parece que las aguas han vuelto a su cauce me gustaría hacer alguna puntualización sobre el tema de Guardiola. Me reconozco guardiolista hasta la médula en como se debe jugar a fútbol. Coincido con él en la necesidad de rebajar la tensión de un deporte que, por mucho dinero que mueva y mucha crisis que nos azote, nunca debería dejar de serlo. También estoy totalmente de acuerdo en que desde el fútbol se debe transmitir valores ya que es el sitio donde nuestros jóvenes se miran deslumbrados por la fama y el dinero.

Por otro lado lo que piensa Pep y no dice no lo puedo valorar así que me quedaré con lo que le he escuchado y no dudaría ni un instante en enseñárselo a mis hijas y explicarles que así debe de ser el deporte y así habla un deportista.


Lo único que puedo echarle en cara al señor Guardiola, culé desde niño, y seguramente más del Barça que yo, es que, precisamente él, haya tenido que venir a llevarse a uno de los jugadores más brillantes que teníamos procedente de la Masia. Y no por el hecho en si, ya que estaba en todo su derecho, sino porque quizás haya mezclado antiguas enemistades en la disputa, sin tener en cuenta el perjuicio que recibe el club de mis amores... y creía que de los suyos.

Palabra de un centralito.

Primer partido de pretemporada

El FC. Barcelona ha empezado hoy a disputar partidos de pretemporada en el espectacular Allianz Arena. El partido ha dejado pocas cosas a tener en cuenta. Estos partidos son más un entrenamiento que un partido de fútbol. Si queréis saber el resultado os diré que ha sido 2-0 a favor del Bayern pero para mi es una cosa totalmente anecdótica.

Me ha gustado más la segunda parte del Barça a pesar de que ya no quedara ni un supuesto jugador exclusivo de la primera plantilla. Lo chavales han jugado con el desparpajo exigible a unos jóvenes deseosos de jugar al fútbol. Con menos miedo que los jugadores de la primera plantilla a los que, debido a su empecinamiento en sacar la pelota jugada desde atrás, se les venía el mundo encima cada vez que veían a un gigante alemán delante de ellos.

La única idea que me gira por la cabeza después del partido es la capacidad de Marc Bartra para jugar en un grande. Es verdad que le faltan minutos para jugar con la confianza necesaria para hacer bien su trabajo pero ayer mismo me pareció el jugador más inseguro de la plantilla. Un jugador que quiera triunfar en un grande tiene que tener la suficiente personalidad para no fallar tantos pases sacando la pelota y además ha de saber buscar soluciones en el campo si se le presenta un problema aunque eso implique cambiar lo planeado en la caseta pero eso es otro tema que os invito a discutir en nuestro siguiente artículo ;-)

Palabra de un centralito.