martes, 17 de septiembre de 2013

Fútbol en estado puro


Resulta que mi cuñado, hincha y abonado che, se va todos los años de viaje el mes de septiembre y su asiento en el viejo y herido Mestalla se quedó el otro día libre. Le agradezco enormemente que me ofreciera su pase. Mestalla huele a fútbol en todos y cada uno de sus rincones. Para un amante de este deporte cada partido en ese campo es una fiesta. Imaginaos lo que es para un culé poder asistir a esta oda al fútbol, un Valencia-Barça, pocos partidos hay en la Liga más atractivos. Aún se me ponen los pelos de punta mientras lo escribo. 
Así que cojo mi 307 y la A7 dirección a la capi dispuesto a disfrutar de 90 minutos de fútbol en estado puro. El ambiente en Mestalla siempre sube un par de grados contra el Barça y el Madrid lo que aún lo hace más especial. A las 20:00h llego a Valencia y mi cicerón, David, me recibe y me ayuda a deshacerme del coche con un truco solo conocido por los autóctonos "la clave está en no poner el freno de mano" me dijo y en 5 minutos estamos buscando bocata y tomando una cañita para ir preparando el cuerpo a lo que iba a venir. 

En todos los bares de alrededor de Mestalla el ambiente es de día grande lo que hace que sienta un deseo incontrolable de ocupar mi sitio y disfrutar del espectáculo. Una vez dentro y con el bocata en la mano ya sólo nos queda esperar que empiece lo bueno. 





Empieza el partido, el Barça domina cómodamente el centro del campo con lo que, a pesar de no tener ocasiones claras, la sensación es que tarde o temprano caerá el gol azulgrana y por otro lado parece imposible que el Valencia se acerque con peligro al área de Valdés. Y así sucede, minuto 10 recuperación en el medio del campo y Cesc pone un balón perfecto en profundidad para Messi que, aunque con un poco de fortuna, consigue marcar el 1-0. El partido no varia en absoluto y en el 39 tras una nueva recuperación en el medio del campo Messi establece el 2-0 y tan sólo 2 minutos después una gran jugada de combinación permite a Messi completar su hat trick. Parecía que eso iba a acabar con el partido en solo 41 minutos pero apareció Helder Postiga para, de nuevo en 2 minutos, con dos remates espectaculares dar un vuelco a la tranquilidad culé y llenar de aire los pulmones de toda la grada de Mestalla.

Nos comimos el bocata y comenzó la segunda parte. Al principio parecía que el Valencia se haría con el control del medio campo pero fue un espejismo. Las ocasiones más claras volvieron a ser del Barcelona, dos en las botas de Messi, que se podía haber llevado un repoker de Valencia, y una en la cabeza de Pedro. Sí que es cierto que el partido llegó vivo a los últimos minutos y si el Valencia llega a tener un poquito más de fortuna podía haberse encontrado con un puntito, sobre todo gracias a un buen disparo de Jonas que fue a la cepa del poste en los minutos finales.

Al final el Barcelona se llevó los tres puntos, justamente, pero si continúa sin cerrar los partidos se dejará más de uno en el camino.

Por cierto, todo el que tenga la oportunidad que no se pierda una tarde de fútbol en el viejo Mestalla. 

Palabra de un centralito.  

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